Gennady Golovkin contra David Lemieux en octubre

[obelisko]

GENNADY GOLOVKIN ENFRENTA A DAVID LEMIEUX EN PELEA DE UNIFICACIÓN
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El tÃ*tulo de “boxeador más temido” ha sido pronunciado muchas veces en el pasado. La tradición se remonta hasta el olvidado Sam Langford hasta los peleadores contemporáneos como Antonio Margarito o Paul Williams, y probablemente ningún otro boxeador personifica más el apodo que el feroz, Mike Tyson. Con un récord de 30-0, acompañado de una tasa de nocaut del 91 por ciento, es garantizado sugerir que muchos pesos medianos dudarÃ*an al entrar al ring para enfrentar a Golovkin, pero el 17 de octubre, David Lemieux hará precisamente eso, y retará su derecho a ser llamado intrépido.
Golovkin es un peleador que está de vuelta. A los 33 años de edad, tiene la impresionante hazaña de nunca ser derrumbado en una pelea, que incluye un impresionante récord de 345-5 en su carrera amateur. También ha estado dispuesto a bajar una división para una súper pelea contra Floyd Mayweather, y a subir una categorÃ*a para retar a Andre Ward. Mientras que moverse de división ahora es común en el boxeo, hacerlo para perseguir el reto más grande no lo es tanto. Basado en el aspecto y la personalidad, los gestos nobles del rostro de Golovkin no necesariamente causan miedo; en lugar de eso, el nativo de Kasajstan se comporta con una ética de trabajo bien comportada, un atributo que puede ser visible en su escalada de nueve años hacia la cima de la división de peso mediano. Sus últimos siete oponentes incluyen a Willie Monroe, Jr., Martin Murray, Marco Antonio Rubio, Daniel Geale, Osumanu Adama, Curtis Stevens y Matthew Macklin, todos boxeadores notables que han peleado en eventos transmitidos en televisión como favoritos en las apuestas. Combinados, tienen un récord total de 213-20-0. Con las negociaciones para peleas contra Mayweather o Ward fallando al completarse, los únicos otros nombres notables que fueron mencionados son el puertorriqueño, Miguel Cotto y el nuevo adorado hijo de México, Canelo Ã�lvarez. Pero sólo con la fecha y lugar esperando ser establecidos para una cita entre Cotto y Ã�lvarez, Golovkin ahora está obligado a encontrar una pelea interina para mantenerse caliente en la banca.

La pelea viene en la forma del canadiense, David Lemieux, un quebequense que recientemente ganó en cinturón de la IBF contra el francés, Hassan N’Dam N’Jikam el mes pasado, pelea en la que el francés fue derrumbado en cuatro ocasiones en camino a la decisión después de los doce rounds a favor de Lemieux. Mientras que Lemieux no tiene el mismo récord amateur que Golovkin (Lemieux se volvió profesional después de su pelea número 18), sus últimas siete victorias han llegado por encima de oponentes que combinados poseen un récord de 151-30-2, un reto que ha superado con un margen igual de impresionante de 88 por ciento de nocauts (31 nocauts en 34 peleas). Es seguro decir que Lemieux tiene poder devastador en los puños, y no serÃ*a una exageración decir que los fans de las peleas pueden esperar una guerra en octubre.
En dimensiones fÃ*sicas, ambos están parejos. Ambos peleadores tienen un alcance de 1.77 metros y Golovkin nada más tiene una ventaja de dos centÃ*metros en altura. En edad, Lemieux es más joven que Golovkin por siete años, pero cuando examinamos la calidad de los oponentes en sus récords, Golovkin compensa esa disparidad con experiencia. En cuando a sus atributos en el ring, uno cancela al otro. Lemieux tiene una resistencia cuestionable, y Golovkin puede volverse torpe en la pelea de cerca—dos caracterÃ*sticas que pueden demostrar ser letales contra un oponente que golpea con fuerza. Pero si oponentes comunes pueden servir como indicadores, entonces vale la pena notar que Lemieux cayó en una derrota por nocaut en el séptimo round ante Marco Antonio Rubio, un peleador al que Golovkin noqueó en el segundo round tres años después. Considerando todos los factores, creo que Golovkin se llevará la pelea por nocaut, pero estoy mas confiado al decir que será una pelea emocionante antes de que termine.
El único inconveniente es que será parte de un pago por evento de HBO, en lugar de una serie de World Championship Boxing que se transmite por televisión abierta. Los observadores pueden discutir que una cartelera que presenta nombres poco reconocidos no es garantÃ*a para pagar el precio de un pago por evento, pero me parece lo contrario. Veamos las cosas en un contexto más amplio:
Primero, la pelea es un paso en la dirección correcta para el boxeo. Ambos contendientes han pasado la mayor parte de sus respectivas carreras en la misma división y se han quedado presentes en la misma para limpiarla, lo que aparentemente es una tendencia perdida en el boxeo. No hay pesos pactados, no hay cláusulas de rehidratación ni restricciones por la preferencia de algún guante en particular, una ocurrencia que desafortunadamente no sucede con más frecuencia y que el boxeo necesita desesperadamente que se lleve a cabo más seguido.
En segundo, es una pelea de unificación. Se espera que el ganador enfrente al que salga victorioso en la pelea entre Ã�lvarez y Cotto, esta pelea es un paso más cerca para producir al primer campeón indiscutido de peso mediano desde que Bernard Hopkins unificó los tÃ*tulos contra Felix Trinidad en 2001 (Jermaine Taylor le quitó los cinturones a Hopkins en 2005).
Finalmente, ambos representan grandes retos uno para el otro. Ambos tienen vulnerabilidades que explotar y ventajas para utilizar. Los dos están en sus mejores momentos fÃ*sicamente y han trabajado a través de una montaña de oponentes duraderos para ganarse su lugar. Podemos esperar una buena pelea.
El 17 de octubre, ambos peleadores buscarán lograr su misión en el ring. Golovkin buscará su nocaut número 21 consecutivo en 34 peleas. Lemieux buscará destronar al boxeador más temido del deporte. Agreguemos el hecho de que esta pelea es un camino a coronar al primer campeón indiscutido de peso mediano que el boxeo haya visto en casi diez años y una pelea que uno podrÃ*a considerar como el tipo de peleas que merecen ser parte de un pago por evento. Y al menos para mÃ*, presenciar a dos boxeadores de primer nivel peleando en una misión es algo que vale la pena ver.